A John y Gail, por toda la comida y el aguamiel que compartimos.
Más detalles, más demonios.
En esta ocasión, los ángeles que me ayudaron a acabar con ellos han sido entre otros: Walter Jon Williams, Sage Walker, Melinda Snodgrass y Carl Keim.
Gracias también a mis pacientes correctores y editores: Anne Groell, Nita Taublib, Joy Chamberlain, Jane Johnson y Malcolm Edwards.
Y por último, me quito el yelmo ante Parris por su Café Mágico, el combustible que ha construido los Siete Reinos.