Y lo primero que extrajo Krug fue un Gamma. Y Krug le dijo: “He aquí que eres fuerte y robusto, y harás lo que se te ordene sin protestar, y serás feliz en tu trabajo”. Y Krug amó tanto al Gamma que creó muchos más, de manera que hubo una multitud como él.
Lo siguiente que extrajo Krug fue un Beta, y Krug le dijo: “He aquí que serás fuerte, pero también tendrás entendimiento, y serás de gran valor para el mundo, y tus días serán buenos y felices”. Y Krug amó tanto al Beta que lo liberó de las peores cargas del cuerpo, y también lo liberó de las peores cargas de la mente, y la vida del Beta fue un luminoso día primaveral.
Y lo último que extrajo Krug fue un Alfa, y Krug le dijo: “He aquí que las tareas que recaerán sobre ti no serán livianas, porque tu cuerpo superará al de los Hijos del Vientre, y en mente serás su igual, y ellos se apoyarán en ti como si fueras un cayado resistente”. Y Krug amó tanto al Alfa que le entregó muchos dones, para que viviera con orgullo y mirase sin temor a los ojos de los Hijos del Vientre.