Los sacrificables
A.E. Van Vogt

de If, septiembre de 1963


Uno de los más célebres autores durante la edad de oro de Astounding fue Alfred Elton Van Vogt, que hizo vibrar a los lectores con novelas como Slan (1940) y World of Null A (El mundo de los no-A) (1945) y con sus numerosos relatos breves. Luego, en 1950, Van Vogt se vio envuelto en el movimiento dianoético de L. Ron Hubbard y abandonó por completo la ciencia ficción. Su nombre pasó así a la leyenda. Mientras los veteranos alababan sin cesar la gran calidad de los intrincados rompecabezas de Van Vogt, los novatos buscaban con gran diligencia ejemplares de sus obras.

Van Vogt es uno de los pocos escritores de ciencia ficción canadiense. Nacido en Winnipeg, el viernes 26 de abril de 1912 permaneció en Canadá hasta trasladarse a Los Angeles, en 1944 Durante los años treinta, había vendido ya numerosos relatos ajenos a la ciencia ficción a diversas revistas «confesionales». hasta que John Campbell adquirió Black Destroyer (Destructor negro) para Astounding, en enero de 1939. Así empezó la auténtica carrera de Van Vogt.

Siguió escribiendo durante la década de los cincuenta, aunque ya no en el campo de la ciencia ficción, por lo que constituyó un verdadero alarde que Frederik Pohl anunciara en la portada del If de septiembre de 1963: «El primer relato de ciencia ficción de A. E. van Vogt en catorce años, THE EXPENDABLES (Los sacrificables)».

Esta narración señaló el renacimiento de Van Vogt, con una oleada de maravillosas ideas que todavía no se ha debilitado, aunque el escritor sufrió un duro golpe en 1975 con la muerte de su esposa, Edna Mayne Hull.

En 1963, If se esforzaba por alcanzar la supremacía. Pronto iba a conseguirlo, y éste es uno de los relatos que más contribuyó a su triunfo.

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