Me llevó todo el día siguiente rellenar los informes sobre el tssi mitss, lo que probablemente fue una suerte. Así no me pasé las horas muertas asomada a la puerta de la Muralla como Ev, contemplando la lluvia y la subida del agua.
Y me impidió pensar en Stewart, y cómo se había ahogado en una riada, y en su compañera Annie Segura, que había ido a buscarlo y nunca la encontraron. Me distrajo de pensar en Carson, empapado en alguna parte de la Lengua. O sentado al pie de un acantilado.
La cámara no era mucho mejor que el saliente. Los ponis se pusieron histéricos, y el lanzabadejo volaba frenéticamente por encima de nuestras cabezas. Con el suelo redondeado, no había sitio para sentarse, y el viento no dejaba de salpicarnos de agua. A Ev y a mí nos habría venido bien una de las cortinas de baño de Bult.
Bult no la necesitaba. Permaneció todo el día sentado bajo su paraguas, viendo saltones.
Carson se lo había dejado. Intenté quitárselo, lo que me ganó una multa, y luego hice que Ev le enseñara a manipularlo para que no abarcara toda la cámara, pero en cuanto Ev volvió a asomarse a la puerta, Bult hizo que adquiriera el tamaño completo.
—Lleva fuera demasiado tiempo —dijo Pantalones Ceñidos, montando en su caballo, que estaba en mitad de los ponis—. Voy a buscarlo.
—Ya han pasado veinte horas —observó Acordeón—. Debemos informar a la Base.
—Han pasado más de veinte horas —señaló Ev, que regresaba de la puerta—. ¿No habría que llamar a C.J.?
—Sí —le dije, y empecé a rellenar el Impreso R-28-X, Eliminación Adecuada de Restos de Fauna Indígena. Con todo aquel trasiego por los riscos bajo la lluvia, no me había acordado de traer el tssi mitss, lo que significaba que iba a caerme otra multa.
—¿Vas a llamarla? —dijo Ev.
Seguí rellenando el informe.
C.J. llamó al atardecer.
—Los escáneres llevan todo el día mostrando lo mismo —dijo.
—Está lloviendo. Esperamos dentro de una cueva.
—¿Pero estáis bien?
—Sí.
—¿Quieres que vaya a buscaros?
—No.
—¿Puedo hablar con Ev?
—No —dije, mirándolo—. Está fuera con Carson, comprobando el alcance de la inundación.
Desconecté.
—No se lo habría dicho —dijo Ev.
—Lo sé —contesté, mirando a Bult.
Carson y Fin estaban de pie ante él.
—Será territorio inexplorado —dijo Carson, estrechándole la mano.
—No tengo miedo —dijo Fin—, mientras esté contigo.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Ev.
—Esperar.