Poul Anderson es uno de los nombres clásicos en la ciencia ficción de todos los tiempos. Prueba de ello son los siete premios Hugo que ha recibido y que lo convierten, junto a Harían Ellison, en el autor que más premios Hugo ha obtenido en la historia del género. Se trata de un dato poco difundido en nuestro país, donde no parece haberse valorado adecuadamente la obra de este autor.
Porque lo cierto es que, hasta ahora, Anderson ha tenido mala suerte en España. Muy frecuente en los años cincuenta y sesenta, la publicación de su obra dejó de tener continuidad y, así, los lectores españoles desconocen la mayor parte de la producción más reciente de este autor. Anderson disfrutó de cierta fama en nuestro país gracias a un título emblemático: El fix-up de guardianes del tiempo (1960), narración acerca de las aventuras de la «Patrulla del Tiempo» que protege diversas líneas alternativas del devenir temporal para evitar que surjan paradojas. Un libro clásico del subgénero de las aventuras en el tiempo, temática a la que Anderson ha vuelto recientemente con the year of the ransom (1988) y the shield of time (1990).
Algunas de las novelas más famosas de Anderson siguen todavía inéditas en castellano. Un título muy representativo es tau zero (1971), la historia de una exploración interestelar a velocidades casi lumínicas, y que se detiene en el análisis de la conmoción psíquica que representa la relatividad y las dificultades de convivencia en el espacio físico de la nave. Es tal la fama de esta novela que ha sido en cierta forma homenajeada en Redshift Rendezvous (1990) de John E. Stith; tal vez en la misma línea que adoptó Robert L. Forward al escribir huevo del dragón (1980) tras las huellas de otro clásico como Mission of Gravity (1953) de Hal Clement.
Asimismo, sigue inédita en España, por ahora, la serie de la Liga Polesotécnica, una space opera también famosa y ya clásica. En ella, Anderson elabora una historia futura de la galaxia en torno a dos protagonistas: el comerciante Nicholas van Rijn en el momento álgido de la civilización galáctica y el agente secreto Dominic Flandry durante la decadencia del Imperio, unos trescientos años después.
Afortunadamente, Anderson ha obtenido la mayoría de los premios Hugo y Nébula en la categoría de novela corta y relato. Y, en este ámbito, los lectores españoles sí han podido disfrutar de buenas antologías, como The Best of Poul Anderson (1976) editada en España en dos volúmenes: el pueblo del aire y el último viaje. El cambio de título afectó también a otra antología posterior, Beyond the Beyond (1969) conocida en España precisamente como Lo mejor de poul anderson: Por suerte se mantuvo el título en otra de sus antologías: Los muchos mundos de poul anderson (1974).
Anderson, autor prolífico donde los haya, es también conocido por sus obras de fantasía, como la espada rota (1954) y tres corazones y tres leones (1961), que han merecido ser citadas entre las cien mejores novelas de la moderna fantasía por un crítico tan selecto y elitista como David Príngle. Pero sólo ahora empiezan a editarse en España. En este campo fantástico, la obra más reciente de Anderson es una serie sobre la antigua Roma, the king of ys (iniciada en 1986), escrita en colaboración con su esposa Karen.
Pero lo cierto es que Anderson continúa siendo un autor conocido de modo tan sólo parcial en España, donde los editores no parecen haberle prestado el debido interés en las últimas décadas.
Para ayudar a paliar este desconocimiento, me había propuesto desde hace ya unos años la traducción de tau zero y su publicación en NOVA ciencia ficción. Elevó tiempo encontrar los derechos y un ejemplar en inglés para las labores de traducción (yo la había leído en francés), y el mismo Anderson colaboró enviándolo personalmente. Cuando ya estaba todo prácticamente dispuesto, se publicó en Estados Unidos la nave de un millón DE años (1989), la más ambiciosa novela de Anderson hasta la fecha, en la que aborda con gran maestría el tema de la inmortalidad.
Ante una obra así había que cambiar de planes. Me pareció más adecuado iniciar la aparición de Anderson en NOVA ciencia ficción con esta interesante novela que, tras haber sido finalista de los premios Hugo y Nébula, marca el triunfal retorno de uno de los grandes autores clásicos de la ciencia ficción de todos los tiempos.
En la nave de un millón de años, Anderson, gracias a sus personajes inmortales, recorre toda la historia de la humanidad siguiendo el decurso de las civilizaciones y culturas humanas. Se trata de un repaso completo a la Historia y a un posible futuro entre las estrellas, un estudio detenido y complejo de eso que etiquetamos como «Humanidad». Con toda seguridad es la mejor novela de Anderson y un hito ya imprescindible en el desarrollo de la ciencia ficción contemporánea: una narración sofisticada, precisa en el aspecto histórico, inteligente y emotiva, que ofrece una visión panorámica de la Humanidad, de su historia y de su futuro.
En esta ocasión, cuando podía obtener por primera vez el Hugo de novela, Anderson tuvo la mala suerte de encontrarse ante hyperion, de Dan Simmons, una de esas novelas «redondas» que sólo surgen una vez cada muchos años y de la cual tendré ocasión de hablarles en su momento. la nave de un millón de años no consiguió el Hugo, pero ello no impide que se erija en lo que es: una acertada y ambiciosa especulación acerca del pasado y del futuro de un nuevo «homo inmortalis», y también una cumplida demostración de la habilidad y maestría de su autor.
Maestría que nadie discute. En 1979, la famosa enciclopedia de Peter Nicholls decía de Anderson que se encontraba «en lo mejor de una carrera extraordinaria y provechosa» y le consideraba «una figura en el panteón de los escritores de ciencia ficción norteamericana (como el Asimov de la Edad de Oro o el Frank Herbert de una década posterior)».
Iguales elogios ha merecido este ambicioso retorno de Anderson a la gran novelística de ciencia ficción. No me resisto a transcribir algunos de los muchos comentarios que han saludado la aparición de la nave de un millón de años:
Ambicioso en el objetivo, meticuloso en el detalle, y brillante en el estilo… Altamente recomendable.
Un libro inolvidable que tiene a la Humanidad como personaje central, y una aventura que sigue el curso del tiempo. Léalo, disfrútelo, saboréelo…, puede ser el mejor libro del año, no; de la década.»
Un penetrante repaso al pasado y al futuro de la Humanidad… Nos hace experimentar las pasiones de esos escasos inmortales y maravillarnos de su destino.
Poul Anderson ha creado un trabajo mayestático por su amplitud. […] Una gran profusión de pasajes de gran alcance poético se suceden unos tras otros; los personajes viven y respiran. Considero que este libro es un gran éxito.
Un gran viaje por la Historia, el pasado, el presente y el futuro…, que incluye suficientes ideas para mantener la carrera de un escritor medio durante una década.
Y no quisiera finalizar esta presentación sin contarles una anécdota que muestra cómo, de forma un tanto lateral, Anderson y su obra pueden influir también en el auge actual y tal vez futuro de la ciencia ficción en España.
Es posible que ya sepan ustedes que, en julio de 1991 (justo cuando este libro debería estar ya publicado), se cierra el plazo de admisión del Primer Premio de Novela Corta de Ciencia Ficción 1991 que promueve la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) en su XX aniversario y que, a su debido tiempo, encontrará también cabida en NOVA ciencia ficción.
No es habitual que una universidad española proponga premiar con un millón de pesetas una novela corta de ciencia ficción y creo que, como impulsor del premio, debo agradecer la involuntaria colaboración de Anderson a su establecimiento definitivo.
Ocurrió que, en enero de 1991, una nutrida delegación de la UPC visitaba la Universidad Politécnica de Virginia (EE. UU.) en uno de los muchos intercambios internacionales de la UPC. Una de las razones de la visita era conocer los detalles del sistema informático de gestión de la biblioteca de la universidad (VTLS), sistema que había sido adquirido por tres de las cuatro universidades públicas catalanas, entre ellas la UPC.
Huelga decir que yo intentaba aprovechar el viaje para convencer a Gabriel Ferrate, rector de la UPC, de la conveniencia de establecer el Premió UPC de Novela Corta de Ciencia Ficción y de que la ciencia ficción tiene cabida en el mundo universitario. Un elemento importante para la nueva consideración que de la ciencia ficción tiene hoy la UPC apareció en la demostración del sistema de búsqueda bibliográfica del VTL5. John Espley, director comercial de VTLS Inc., eligió precisamente demostrarlo con la búsqueda de los títulos de ciencia ficción de Poul Anderson.
Así me enteré de que, en esa biblioteca, había un total de setenta y tres obras de Anderson y, de pasada, el rector y los responsables de la biblioteca de la UPC obtuvieron un inesperado ejemplo de que la ciencia ficción es un género claramente presente en el mundo universitario anglosajón. Por último, gracias a Espley (e, involuntariamente, gracias a Anderson), nació por fin el Premio UPC de Novela Corta de Ciencia Ficción 1991.
Pero del Premio les hablaré con mayor detalle en otra ocasión. De momento disfruten ustedes con el que, posiblemente, sea el mejor de esos setenta y tres títulos de Anderson que John Espley encontró en la biblioteca de la Universidad Politécnica de Virginia. Ojalá pronto podamos decir algo parecido de la biblioteca de una universidad española…
Miquel Barceló