A lo largo de estos últimos tres años he vivido sumergida
en el mundo de los clanes Omar, rodeada de sus tótems,
buceando en sus profecías y absorta en sus luchas.
De esa experiencia han nacido tres libros.
Y todo ello ha sido posible gracias a la magia
de una bruja encantadora que me hechizó
con su entusiasmo y su clarividencia y conjuró
los desalientos con su compañía.
A ella quiero dedicarle en primer lugar esta trilogía.
A Reina, mi bruja madrina.
Y a Júlia, Maurici y Víctor, mi trilogía de carne y hueso.