Mi agradecimiento especial al bibliotecario jefe Jamie LaRue y al resto del personal de la Biblioteca Pública de Greeley, por su continua y valiosa ayuda.
Y mi eterna gratitud a Sheila y Kelly y Frazier y Cee, y sobre todo a Marta, las amigas a quienes quiero.
»Y para que las cosas que deben ser recordadas no perezcan con el tiempo y desaparezcan de la memoria de quienes nos sucedan, yo, al ver tantos males y a todo el mundo al alcance del Maligno, como si ya estuviera entre los muertos, yo, que espero a la muerte, he puesto por escrito todas las cosas que he presenciado. Y para que lo escrito no fenezca con el escritor y la obra desaparezca con el artífice, dejo notas para que se continúe este trabajo, por si algún hombre sobrevive y algún miembro de la raza de Adán escapa a esta pestilencia y retoma el trabajo que he comenzado… Hermano John Clyn 1349