Quisiera dar las gracias al doctor Donald Lovett, una de las principales autoridades en la osmorregulación en los crustáceos, por sus ideas entusiastas y su paciente prudencia, no importaba cuan peligrosa fuera la travesía.
A Jennifer Limber, Mike Fahy, Daren Bader, Phil Steele, Kate Jones y muchos más, quienes fueron los autótrofos del ecosistema de la isla Henders. Especialmente a Michel Limber.
Gracias también al doctor Michael E. Dawson, del laboratorio Associates of Cape Cod, por permitirme realizar la misma visita guiada que hizo Geoffrey. Y al doctor Mark McMenamin, hace ya muchos años, por enseñarme que el fósil que encontré en Marble Mountain, California, era sólo una pelota de algas y una pata de trilobites que habían llegado a una antigua playa de la costa. Eso fue suficiente para mí… ¡Caray!
Gracias a mis preciosas editoras Kate Miciak y Sarah Hodgson, por emocionarse; a Loren Noveck y Glen Edelstein, por ayudarme a hacer realidad este sueño; a Peter McGuigan, Stephanie Abou, Hannah Gordon y al resto de Foundry os deseo lo mejor.
Gracias a Verne, Wells, Conan Doyle, Boulle y a Crichton. Y feliz 200 cumpleaños, Charles Darwin.